Un Tema para meditar y pensar bien. "El fin del mundo..., no será el "21 del 12 del 2012"!."
¡ El fin del mundo..., no será el "21 del 12 del 2012"!.
El "fin del mundo", por supuesto, no será en esa fecha. Ni siquiera es
la fecha del Apocalipsis, ni la fecha de los "3 días de oscuridad", ni
la fecha de ninguna catástrofe planetaria. ¡Parece, como si todo el
mundo estuviera esperando que llegara algún cataclismo, para que
resolviera de un plumazo todos los problemas que afectan, actualme
nte, a la Humanidad!. Y, no va a ser así, obviamente.
¡Esa fecha, es la fecha de un cambio!. Esa fecha, digamos que, es el "pistoletazo de salida" que señala el "inicio de un gran cambio". Un cambio..., a nivel interior y personal, social y planetario. Un cambio que acarreará después de todo, una "transformación", una "mutación" de las conciencias y, su apertura, a "otras realidades".
Según el
revuelo que se está formando, todo parece indicar que según nos vayamos
acercando al final de este Gran Ciclo cósmico, de 25.625 años y que
finaliza el 21 de diciembre del 2012, es muy probable que un gran número
de personas de todo el mundo, lleguen a desarrollar ciertos estados de
angustia y temor, creyendo que al llegar esta fecha señalada,
sobrevendrá una catástrofe planetaria de dimensiones apocalípticas.
En realidad, en esa fecha finalizan dos Grandes Ciclos, uno Cósmico de
25.625 años, otro Solar de 12.000 años y otro más pequeño que, también
tiene su importancia, y que los Mayas denominaron de "Cuenta Larga", de
5.125 años. ¡Llegamos a la encrucijada de unos Ciclos Cósmicos donde
todas las energías se entremezclarán!.
En la medida que nos
vayamos aproximando a "esa fecha", por supuesto, cada vez se hablará más
de ella en muchos y diferentes medios de comunicación y, oiremos ¡de
todo!. Como ya se viene y se está oyendo.
Por esas fechas, o
alrededor de esa fecha, podríamos encontrarnos, aunque no de una forma
muy generalizada, pero sí un escenario muy similar al que se dio a
finales del año 999.
En aquel entonces, algunos componentes de la Iglesia católica, habían pronosticado el Fin del Mundo, al cumplirse el año 1.000. Dedujeron, sencillamente, que sería el Fin del Mundo al cumplirse el año 1.000, porque en el Libro del Apocalipsis, cap. 20, se lee: "...Cuando se terminen los mil años, será Satanás soltado de su prisión y saldrá a seducir a las naciones de los cuatro extremos de la Tierra...". Y, por lo tanto, este capítulo del Libro de San Juan, impulsó a los "intérpretes de lo divino" a creer, lógicamente, en una destrucción total, ante la inminente llegada del reino de Satanás. ¡Según algunos miembros del clero, de la Iglesia, ésto, marcaba el fin de la Humanidad!.
Y, ocurrió que en casi toda Europa..., en la medida que se acercaba la fatídica fecha del año 1.000..., la fecha del Apocalipsis, la fecha del fin del mundo, crecía el pánico y la angustia entre la población. Súbitamente, a muchos les surgían las prisas por hacer el bien al prójimo, para así lavar las conciencias, aunque fuese en el último minuto. El tiempo apremiaba...
Se produjeron
innumerables casos de arrepentimiento y de conversiones espontáneas. Las
Iglesias estaban siempre llenas y, en los confesionarios habían colas
constantemente. Los sacerdotes, desconcertados, no daban abasto. Todo el
mundo quería confesar sus pecados, antes de que llegara la hora final.
Los ricos, ofrecían sus bienes a los pobres..., pero, normalmente, eran
rechazados por éstos. ¡¿Para qué?!, pensaban con toda lógica, los
pobres e indigentes. ¡El fin del mundo estaba a la vuelta de la
esquina!.
Fue el mismo Papa Silvestre II, quien celebró la que
debería ser la última Misa del Gallo, en el altar mayor de la Basílica
del Vaticano, ante una incontable masa de feligreses, en un estado de
profunda angustia y temor.
Todo el mundo esperó las campanadas de la media noche, con la cabeza baja, rezando y en un estado de tensión inimaginable. ¡Había llegado la profetizada Hora Final!. ¡El mundo había llegado a su fin!. Y..., empezaron a sonar las campanadas, 1, 2, 3, con cada campanada la tensión iba en aumento, ...10, 11 y 12, ¡sonó la última campanada!, en medio de una tensión y angustia impresionante. Todo el mundo esperaba..., el desenlace, el fin de la Vida sobre la Tierra.
Pero..., pasaron los segundos, y minutos..., y ¡nada
sucedía!, ¡nada ocurría!. La gente empezaba a levantarse, tímidamente,
poco a poco. Y, todos empezaron a pensar, gracias al clero, que una vez
más, Dios Misericordioso, ¡se había apiadado de la Humanidad!.
Todo esto, ocurrió, fue un hecho real. Así lo reflejan los libros de Historia.
Por lo tanto, a finales del 2012, termina un Gran Ciclo Cósmico de
25.625 años, pero no habrá ningún acontecimiento apocalíptico, ni tres
días de oscuridad, ni ningún fin del mundo... Será el principio del fin,
pero el fin de una manera de vivir la Vida, tal como se percibe y se
vive en la actualidad. Después de esa fecha, toda forma de vida sobre la
Tierra entrará progresivamente en "metamorfosis", y poco a poco, todo
irá cambiando, en la medida que vayamos percibiendo y descubriendo otras
realidades.
Nuestro planeta, también él va a cambiar, y está cambiando. Pero las remodelaciones físicas de nuestro planeta no son nada en comparación con la "reestructuración" de las conciencias de la población mundial, que comenzará a dejarse sentir, a partir del 21 del 12 del 2012. A partir de esa fecha ya nada será como antes, la Vida ya no volverá a ser como antes. ¡Todo va a cambiar!.
Muchas cosas
ya han cambiado. Comenzamos, a partir de esa fecha, un proceso
irreversible, de "purificación" de reforma interior y de acción, durante
el cual, asistiremos a grandes cambios, en todos los planos de la Vida,
que se van a producir tanto a nivel individual como a nivel planetario.
Asistiremos, también, a insólitos acontecimientos que se revelarán
tanto en el "cielo" como en la "tierra" que, serán tan impresionantes y
tan desconcertantes, que apenas podremos creer lo que estaremos viendo.
Todos esos eventos que, vendrán a la vez de la tierra y de "otros
mundos", serán los últimos recursos de una puesta en escena que tiene
por finalidad dejar expresarse en la población mundial, lo "mejor" y lo
"peor" de cada uno.
Todas esas señales que se manifestarán en
el "cielo" y en "la tierra", tendrán su sentido y su significado para el
mundo entero. Serán los últimos testimonios del "advenimiento
crístico". Al decir advenimiento crístico, debemos entender, que no me
refiero a una persona física, sino a una Energía Crística y Cósmica. ¡No
obstante, El ya está aquí!. Su cuerpo sutil pisa el suelo de la Tierra
desde hace "unos cuantos" años , Su energía Lo ha precedido. No lleva la
túnica blanca de antaño, ni realiza prodigios como en aquel entonces,
ni reúne a los hombres y mujeres entorno a su persona física. Hoy, ya no
es lo mismo que hace 2.000 años. No debe importarnos saber qué ciudad
recorren sus pies a diario, ni cuáles son los rasgos de su rostro, ni
dónde está. No revelará su presencia en el mundo, ni vendrá a nosotros
diciendo "aquí estoy", "soy yo", porque es lo más profundo de nuestro
corazón "lo" que tiene que ir a Su encuentro.
A todos aquellos
que Lo esperan..., nadie Lo verá si no Lo ha recibido ya en su corazón.
El antiguo esquema del Mesías, o del Salvador ya no tiene sentido en
estos Tiempos, pues la Humanidad ya ha salido de la adolescencia y está
alcanzando la edad adulta, aunque, tardará un tiempo en alcanzar la
madurez. ¡No nos aferremos al condicionamiento de ver un día a
"alguien"!.
No obstante, la Conciencia Crística, el Sol-Padre,
volverá (igual que hace 2.000 años) a tomar un hábito de carne y
millones de seres Lo reconocerán. Pero, ese "privilegio" sólo lo tendrán
aquellos que hayan conseguido el acceso al Nuevo Mundo, es decir,
aquellos que en este proceso de "purificación" y "transformación" que
vamos a vivir, que estamos viviendo, conseguirán elevar "un grado" su
realidad vibratoria. ¡La "tasa vibratoria" que se necesita para acceder
al llamado, Reino de Dios sobre la Tierra, la 4ª y 5ª dimensión, o lo
que es lo mismo, la dimensión del Corazón, la dimensión del Amor!.
¡Según las Sagradas Escrituras..., sólo una tercera parte de la
Humanidad lo conseguirá!. Una, de las varias referencias, a esto último,
que se hacen en el Libro de la Biblia, es de Zacarías c. 13-v. 8 y 9:
"Dos parte de ella serán dispersas y perecerán; y la tercera parte
quedará en ella. Y yo haré pasar esta tercera parte por el fuego". ¡Por
"el fuego"!. ¿Qué debemos entender por "el fuego"?. ¡Tal vez..., el
Padre-Sol, podría decirnos algo al respecto...!. La clave de este,
digamos, "enigma" está en otro "enigma", pero en este caso, del buen
Parravicini: "Cae sobre la Tierra, el día cinco......el golpe de FUEGO
ESTELAR......EL FUEGO PURIFICARÁ".(BSP, 1938). ¡¿Podemos deducir que
"algo" tiene que ver el Sol..., la nueva frecuencia y longitud de onda
de la energía-luz que va a empezar a emitir, exponencialmente, el Sol a
partir del 21 del 12 del 2012?!. Pues..., sí, y mucho. ¡Otro
"rompecabezas" para algunos!.
Por lo pronto, los sacerdotes
mayas, en ningún momento hacen referencia alguna, ni en sus códices ni
en los grabados en relieve, a un "fin del mundo", entendido éste como la
desaparición de toda forma de vida sobre el planeta. Los sacerdotes
mayas anunciaban, primordialmente, un cambio de conciencia de la
Humanidad, una "transformación" de las conciencias, después de "esa
fecha". Pero, ¿qué tiene que ocurrir para que las conciencias de la
población terrestre experimenten una transformación tan grande como se
anuncia?. Pues..., ¡una "gran conmoción"!. Algo que cause un "gran
impacto emocional" en la conciencia colectiva de la Humanidad... ¡A la
Humanidad, la espera "una gran sorpresa"!. Y, "vendrá de los cielos".
¡"Vendrán de los cielos"!. ¡Otro "rompecabezas", para muchos!.
El 21 del 12 del 2012, no es la fecha del Apocalipsis, ni del final del Apocalipsis, como muchos creen. Porque, en realidad, y sin que la Humanidad se haya percatado de ello, ¡¡ya han transcurrido las tres cuartas (3/4) partes..., del Apocalipsis!!, y, a partir de esa fecha, entraremos en su última fase. Esa última fase podría durar 20 años, aproximadamente, hasta el año 2.032. ¡Final del Apocalipsis, final de los Tiempos!. ¡Comienzo de un Nuevo Mundo!.
Pero, ¿qué es el
Apocalipsis?. Apocalipsis, significa Revelación. Pero, la Revelación
también suele ser, generalmente, sinónimo de confusión. Es el tiempo de
la Revelación, Revelación de nuestro Ser auténtico. Revelación de la
Presencia Divina en cada uno de nosotros. Es el tiempo en el cual, cada
uno debe descubrir y descubrirá, esa Chispa Divina que todos portamos en
el fondo de nosotros mismos y que aún no hemos encontrado...,
probablemente, por pereza. Pero, los próximos acontecimientos, en el
cielo y en la tierra, de alguna manera nos van a "forzar", queramos o
no, a buscar en nuestro interior esa Chispa Divina y su conexión,
inseparable, con el Padre de la Creación, el Sol, Cristo.
Por
otra parte, el Apocalipsis, no es más que "un proceso". Este proceso,
podríamos identificarlo, también, con la parábola bíblica del "buen
grano y la cizaña". Es un proceso "selectivo", y como dijo un Gran
Ser..., un periodo de "extrema confusión". Y, también, un tiempo en el
que todas las energías y todos los seres de la Tierra, serán llamados a
"desvelarse", tal y como son, sin trampa posible. Ese es el verdadero
sentido de lo que llamamos, Apocalipsis. Actualmente, estamos en medio
de este proceso "revelador", en el que muchos hombres y mujeres de la
Tierra terminarán por descubrir, su verdadera y real naturaleza, que no
es física ni material, sino Espiritual y Divina. Somos seres de Luz,
pero, aún no somos conscientes de ello. La auténtica enfermedad del ser
humano es el no ser consciente de Aquello que habita en él. ¡Un Sol!.
Esa fecha, señala el comienzo de la última y más importante fase del
Apocalipsis, es decir, del proceso de "purificación" y "transformación"
de las conciencias, que va a vivir la Humanidad antes de dar un enorme
salto evolutivo, muy rara vez visto en este Universo.
Apocalipsis, hemos dicho, también es sinónimo de "confusión". De la
confusión, nace la reflexión y, más tarde, surge el discernimiento y,
con el discernimiento, aflora el Conocimiento. Los acontecimientos que
vamos a presenciar y vivir, serán interpretados por unos y por otros, de
formas tan diferentes, que un poco más de confusión y desbarajuste,
terminará con el pulimento de los egos. Todas las joyas deberán
destellar y todos los castillos de arena derrumbarse. Pero, solamente
habrá realmente Apocalipsis en el fondo de los corazones insensibles a
su propia fuente de Amor, en aquellos que no consigan abrir su corazón
al Amor, al Ser Cristo, al Cristo de la Historia de nuestro planeta, a
aquel que, en definitiva, se ha hecho cargo de la instrucción de la
Humanidad.
No nos extrañemos si la confusión resulta ser
nuestra compañera de viaje, en el camino de nuestro reencuentro...,
reencuentro ¡con nosotros mismos!. Hay un tiempo que es el suyo, y tiene
su por qué. Al final, y en contra de todas nuestras expectativas,
recogeremos los más bellos frutos.
Por otra parte, debemos tener
mucho cuidado con las profecías, vengan de donde vengan, y sobre todo,
con los "intérpretes" de las profecías. Porque las verdaderas profecías
no siembran el pánico sino la reflexión. Las demás profecías, e incluso
los "intérpretes" de las profecías, solo persiguen la manipulación de
las masas o la explotación de los egos, o de los miedos, con fines bien
determinados.
Pero, el miedo siempre hará que la gente salga
corriendo despavorida, no que despierten sus conciencias. ¿De qué sirve
inflingir miedo en el cuerpo de la gente, si sus conciencias siguen
anestesiadas?. Fue dicho y escrito: "En aquel tiempo, el que buscara
salvar su vida, la perderá, pero el que la perdiera por Mí, se salvará".
¡Cuando llegue el momento, cualquier momento, preocupémonos, más bien,
de salvar también a los demás, a los que tengamos a nuestro alrededor, a
todos los que podamos, porque solamente de esa forma, podremos
salvarnos a nosotros mismos!.
La convergencia de los Grandes
Ciclos Cósmicos, el 21 del 12 del 2012, permitirán la apertura y acceso a
los potentes canales de energía cósmica que envuelven a nuestro planeta
y que llegan de todas partes del Universo. Hasta ahora, estaban
bloqueados, o su acceso no era viable, debido a que la Humanidad no
estaba aún predispuesta o preparada para utilizar, satisfactoriamente,
esos canales de comunicación interdimensionales. Llegamos a la
confluencia de los Grandes Ciclos Cósmicos donde todas las energías se
entremezclan, condición imprescindible para su mejor reactivación y
actualización.
A escala microcósmica, también en muchos seres
humanos se van a reactivar "canales sutiles de comunicación" que les
permitirán un contacto a nivel mental y sutil con otras realidades y
otros planos de conciencia más elevados, y que ya están preparados y
dispuestos a ayudar a todos aquellos que se predispongan a utilizarlos. A
partir de esa fecha, la Tierra, va a estar mejor preparada para poder
recibir ayuda desde otros niveles de conciencia y de otras esferas.
También, y esto ya lo sabe todo el mundo, el 21 de diciembre del 2012
ocurrirá un fenómeno cósmico que los científicos de la NASA calificaron
como "extraordinariamente extraño", y que se produce cada 25.625 años,
un "alineamineto galáctico". Este fenómeno consiste en una alineación
del Sol, la Tierra y la Luna con el Sol Central de la Galaxia, en el
plano ecuatorial de la Vía Láctea. Pero este fenómeno cósmico no tendrá
ninguna consecuencia apocalíptica para la Tierra. Este fenómeno cósmico,
el alineamiento galáctico, actuará como un potente amplificador de la
nueva frecuencia vibratoria de la energía-luz que llegará del Sol
Central de la Galaxia, hasta nuestro Sol y, que aumentará
exponencialmente, la "tasa vibratoria" de todo cuanto vive sobre la
Tierra.
En estos tiempos que corren, de mucha confusión y
desbarajuste, hay que tener mucho cuidado y andar con "pies de plomo",
porque, y aunque parezca algo trivial, la inmensa mayoría de la gente ni
sospecha por lo más remoto que, la Sombra utiliza muy sutilmente el
lenguaje de la Luz. Muy pocos se han percatado de ello. ¡La Sombra acaba
de aprender a hablar de la Luz!. Porque ha descubierto que ahora, más
que en el pasado, hay oídos para escuchar palabras de paz y amor. Hay
muchos que, creen estar en contacto con seres de las estrellas, de la
Confederación tal o cual, con Maestros Ascendidos, etc., y reciben
bonitos "mensajes" o "canalizaciones", pero en realidad, no están en
contacto con quienes creen estarlo.
Sin demasiados esfuerzos
podemos observar hasta qué punto, hoy en día, todo el mundo y en todas
partes, utiliza el mismo lenguaje de paz y de amor, pero..., no hablan
de solidaridad, de libertad, de fraternidad y de justicia.
Un
Maestro de Shambhala, por ejemplo, jamás emitirá un pensamiento, una
palabra o un mensaje, sea a quien sea, que inspirara temor, miedo,
pánico. Porque conocen muy bien la energía que emana de cada sonido, de
cada penamiento, de cada palabra. Por eso, también, ningún Maestro de
Shambhala, ni ningún Ser de Luz..., dará nunca "detalles" de los
próximos e inevitables acontecimientos, algunos impresionantes y otros
desconcertantes, que tendrá que experimentar y vivir la Humanidad.
Evitan, por encima de todo, suscitar miedo o temor, porque nos conocen
mejor que nosotros mismos y, saben que, miedo..., tenemos ya de sobra y
no nos ayuda a avanzar. Ellos mismos lo dicen: "Sabemos que es
preferible no entrar en detalles sobre las próximas mutaciones de
Occidente. Aunque éstas no sean realmente atemorizadoras ni inquietantes
para aquellos que aman, la difusión de su contenido bastaría para
evocar profundas angustias".
No debemos esperar de los que
consideramos Maestros, o de los Hermanos de las estrellas, ni de ningún
Ser de Luz, revelaciones y detalles sobre los acontecimientos que se
avecinan, o profecías, porque eso solo son infantilismos que saben
aprovechar muy bien los sembradores de fantasmas. ¡Sólo hay
probabilidades, que están alimentadas o desactivadas a diario, en
función de la Conciencia de la Humanidad!.
Por otra parte, un
Maestro, un Hermano de las estrellas, un Ser de Luz..., jamás se
expresará, al dirigirse a los demás, en primera persona del singular en
un "tono" de superioridad, ni dará muestras egocentristas, ni se
ensalzará a sí mismo, ni alabará su propio ego ni el ego del que recibe
la "canalización" o "mensaje". ¡Conocen y practican el principio de la
humildad!. Cosa, que en muchas supuestas "canalizaciones", brilla por su
ausencia.
Y, volviendo a la fecha señalada, hay que decir
que..., tampoco habrá ni puede haber por esas fechas, los famosos "3
días de oscuridad". Debemos tener en cuenta que "3 días de oscuridad",
quiere decir, un "oscurecimiento global" y, absoluto, del planeta
Tierra. Esto significa que durante 3 días, es decir, 72 horas, el Padre
de la Creación, el Sol, NO va a enviar Su Luz a la Tierra. Significa que
se producirá un Gran Eclipse, excepcional y terrible. Toda la Humanidad
y el propio planeta Tierra durante 3 días van a estar privados de la
energía-luz que sostiene y da vida a todo cuanto existe y vive sobre
nuestro mundo. ¡Es verdad, que algún día este tremendo acontecimiento
ocurrirá, pero no es éste, el tiempo suyo!. Este impresionante evento
jamás ha ocurrido desde que el mundo existe. Durante esos 3 días de
oscurecimiento total y mundial, las temperaturas en la superficie del
planeta bajarían hasta cotas inconcebibles, -70º aproximadamente, con
las consiguientes consecuencias para la vida en la Tierra. ¡No nos
hacemos ni idea!. En esos días, la furia desatada por los elementos
atmosféricos..., la Naturaleza, el propio planeta que se "retorcería",
en cuanto a las remodelaciones geofísicas, sería terrorífico. La
conmoción psíquica y física que experimentaría la Humanidad no tendría
precedentes. La mortandad en todo el planeta se contaría no por miles,
sino por millones y millones.
La clave de cuándo se producirán
los famosos "3 días de oscuridad", está en el Evangelio:
"Inmediatamente, después de la tribulación de aquellos días, el Sol se
oscurecerá, la Luna no dará su resplandor.......". Mateo
c.24-v.29,30,31. Los "3 días de oscuridad" es un acontecimiento
prácticamente simultáneo a la "verticalización del eje de la Tierra".
¡Otro "rompecabezas" para algunos!.
Otra cosa ya, son las
Supertormentas Solares que dejarán a oscuras durante un tiempo, a buena
parte de la población de la Tierra, al fallar el suministro eléctrico, y
que, por ahora, nadie sabe a ciencia cierta, cuándo se procucirán, ni
siquiera lo sabe la NASA. El buen Parravicini..., sabe algo.
Los "3 días de oscuridad", representan la "muerte iniciática" que
experimentará la Tierra y su Humanidad, en el final de finales. En esta
gigantesca "Iniciación Planetaria" que estamos viviendo y viviremos
todavía, ésta (los 3 días...) es la última prueba "iniciática" que
tendrá que experimentar la Humanidad antes de llegar..., a la "Tierra
Prometida", es decir, a la 4ª dimensión, la dimensión del Corazón, donde
imperarán otras Leyes, otros valores más elevados, y una calidad de
Amor y Comprensión nunca conocidos hasta ahora en nuestro mundo.
¡¿Estamos preparados?!. ¡El Amor, la Compasión y el Perdón..., lo pueden
todo!. ¡Y, es precisamente, lo que nos falta!.
En resumen.
Cuidado con los "intérpretes" de profecías, con los oráculos, con las
princesas del país que sean, con los mensajes "canalizados"..., y con
todos aquellos que siembren fantasmas, de miedo. ¡¿No hemos aprendido
del revuelo que se formó con las Olimpiadas de Londres 2012?!.
¡NO HABRÁ NINGÚN CATACLISMO EN "ESA FECHA"!. ¡EN ESA FECHA..., NO!.
EL FIN DEL MUNDO..., NO SERÁ EL 21 DEL 12 DEL 2012, NI SIQUIERA EL APOCALIPSIS, NI LOS " 3 DÍAS DE OSCURIDAD".
Por Mario Zorrilla Gallego
Fuente/El Padre-Sol & la Madre-Tierra